Como estaba previsto, Cristina Kirchner arrasó en las elecciones presidenciales del 23 de Octubre pasado. Con el 53,9% de los votos obtuvo un segundo mandato presidencial. El candidato socialista Hermes Binner quedó segundo con 16,8%, a 37 puntos de Cristina.
Muchos analistas señalan que el triunfo de Cristina deja una oposición muy débil, aunque eso no sea culpa de Cristina.
Lo que no se ha señalado con tanto énfasis, es el otro gran perdedor de estas elecciones: el fundamentalismo kirchnerista. Ese que inunda la pantalla de canal 7 y demás medios adictos al gobierno, donde todos los días se intenta censurar toda crítica al gobierno nacional atacando personalmente a cualquiera que ose criticarlo.
Muchos se preguntarán, pero si Cristina arrasó en las elecciones ¿eso no reivindica al sector más duro del gobierno? Sucede que la tesis central en la que se basa todo el andamiaje mediático kirchnerista es que los medios de comunicación "controlan a la sociedad". Entonces de esa forma, los medios de comunicación condicionaron gobiernos, pusieron presidentes, y sacaron leyes en favor de sus propios intereseres.
Ahora ¿Como se explica que con todos esos medios en contra Cristina haya sacado el 53,9% de los votos? Menuda tarea va a ser la del fundamentalismo kirchnerista de explicar esta contradicción en el discurso. Personalmente creo que es un tiro de gracia al discurso político más rancio y decadente que alguna vez existió en el país.
No, los medios no controlan nuestro pensamiento. Simplemente entretienen, informan y transmiten opiniones. Allí donde exista una necesidad de información, siempre va a haber gente tratando de suplir esa necesidad. Lo que no se puede concebir, es que la misma gente que gobierna, también controle los medios de comunicación. Porque eso entraría en conflicto con los intereses de aquellos que están en el gobierno. Por eso la gente sigue consumiendo Clarín y los medios críticos, porque así como nadie es un buen crítico de sí mismo, el gobierno tampoco es buen crítico de sus políticas. Denostar al periodismo por ser crítico, es como acusar a alguien de hacer su trabajo. El periodismo es crítico por naturaleza.
Para cualquiera que haya vivido la década de los 90 y tenga la palabra "corrupción" grabada en la cabeza, tiene que entender que esos hechos fueron informados por los medios de comunicación. Esos progres que hoy detestan a los medios críticos, no entienden que los medios no tienen la ideología en un primer plano (a excepción de algunos medios marginales), sino ser una alternativa confiable en un mercado competitivo como lo es el de la comunicación.
Mostrando entradas con la etiqueta medios de comunicación. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta medios de comunicación. Mostrar todas las entradas
sábado, 29 de octubre de 2011
miércoles, 24 de agosto de 2011
El Derecho a Mentir
Uno de los temas de este blog es la defensa del derecho a mentir. El argumento es simple, cuando se deja a la sociedad libre de todo control, las personas van a hacer cosas mal, más cosas bien que mal, pero en definitiva nadie tiene derecho a ordenarte qué hacer ni cómo actuar.
Ahora supongamos que alguien tiene una buena idea en la sociedad, si esa persona para dar a conocer sus ideas tiene que preocuparse por defenderse de un estado que lo acusa de mentir ¿Que pasaría con las buenas ideas? Está claro que el estado tendría la habilidad de parar las malas ideas que surgen de la sociedad, de las cuales hay muchas. Pero ¿Como se puede impedir que surjan las malas ideas y al mismo tiempo no impedir que sujan las buenas? De la misma forma ¿Cómo se puede impedir que surja la mentira, sin impedir que se conosca la verdad?
El punto de controlar quién miente en la sociedad se torna tan Orwelliano que surje la idea del Ministerio de la Verdad. Al darle el poder al monopolio de la violencia (el estado) sobre el caracter de verdad de lo que se informa en la sociedad, se está dejando el criterio de verdad en una visión parcializada. En este caso la de aquellos que detentan el poder estatal. Dejar semejante poder de regulación sobre la libertad de expresión de la sociedad en manos del estado implica que el mismo tendría la capacidad de decidir que se publica o se deja de publicar. La libertad de expresión, bajo ningún punto de vista debe ser regulada.
Eventos recientes en Argentina muestran la situación patética que vive la libertad de expresión en el país. Mientras la presidenta Cristina Fernández de Kirchner se cansa de decir que "jamás hubo tanta libertad de prensa en el país" o autodenominarse como un ícono de la libertad de expresión, hace poco más de un mes cerraron 2 quioscos del Mercado Central de Buenos Aires por orden del secretario de comercio interior, Guillermo Moreno, porque vendían el diario Clarín. Para hacer el hecho más explícito y que a nadie le quepa ninguna duda, colgaron una bandera con la incripción de "Clarín Miente". ¿Alguna notica reciente por ese acto delictivo? Nada. Impunindad total.
Si realmente Clarín miente no hay ningún problema, porque voy a hacer una afirmación categórica: Clarín tiene derecho a mentir.
Son los consumidores los que deben decidir que medio de comunicación eligen para informarse. Es la sociedad, mediante el voto diario que implica elegir consumir un medio y no otro, la que elige a quién creerle y a quién no. Después de todo, si una persona quiere que le mientan ¿Por qué deberíamos evitar que alguien le cumpla su deseo?
Y para los que pretenden que estas acciones están justificadas ya que Clarín es el multimedios mas grande del país, o sea por el tamaño del medio en cuestión, están doblemente equivocados. Ya que si no se pueden defender ellos, que son grandes ¿Como se supone que nos vamos a poder defender los ciudadanos comunes?
Si no hay libertad de expresión para Clarín, no hay libertad de expresión para nadie.
Ahora supongamos que alguien tiene una buena idea en la sociedad, si esa persona para dar a conocer sus ideas tiene que preocuparse por defenderse de un estado que lo acusa de mentir ¿Que pasaría con las buenas ideas? Está claro que el estado tendría la habilidad de parar las malas ideas que surgen de la sociedad, de las cuales hay muchas. Pero ¿Como se puede impedir que surjan las malas ideas y al mismo tiempo no impedir que sujan las buenas? De la misma forma ¿Cómo se puede impedir que surja la mentira, sin impedir que se conosca la verdad?
El punto de controlar quién miente en la sociedad se torna tan Orwelliano que surje la idea del Ministerio de la Verdad. Al darle el poder al monopolio de la violencia (el estado) sobre el caracter de verdad de lo que se informa en la sociedad, se está dejando el criterio de verdad en una visión parcializada. En este caso la de aquellos que detentan el poder estatal. Dejar semejante poder de regulación sobre la libertad de expresión de la sociedad en manos del estado implica que el mismo tendría la capacidad de decidir que se publica o se deja de publicar. La libertad de expresión, bajo ningún punto de vista debe ser regulada.
Eventos recientes en Argentina muestran la situación patética que vive la libertad de expresión en el país. Mientras la presidenta Cristina Fernández de Kirchner se cansa de decir que "jamás hubo tanta libertad de prensa en el país" o autodenominarse como un ícono de la libertad de expresión, hace poco más de un mes cerraron 2 quioscos del Mercado Central de Buenos Aires por orden del secretario de comercio interior, Guillermo Moreno, porque vendían el diario Clarín. Para hacer el hecho más explícito y que a nadie le quepa ninguna duda, colgaron una bandera con la incripción de "Clarín Miente". ¿Alguna notica reciente por ese acto delictivo? Nada. Impunindad total.
Si realmente Clarín miente no hay ningún problema, porque voy a hacer una afirmación categórica: Clarín tiene derecho a mentir.
Son los consumidores los que deben decidir que medio de comunicación eligen para informarse. Es la sociedad, mediante el voto diario que implica elegir consumir un medio y no otro, la que elige a quién creerle y a quién no. Después de todo, si una persona quiere que le mientan ¿Por qué deberíamos evitar que alguien le cumpla su deseo?
Y para los que pretenden que estas acciones están justificadas ya que Clarín es el multimedios mas grande del país, o sea por el tamaño del medio en cuestión, están doblemente equivocados. Ya que si no se pueden defender ellos, que son grandes ¿Como se supone que nos vamos a poder defender los ciudadanos comunes?
Si no hay libertad de expresión para Clarín, no hay libertad de expresión para nadie.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)