Como lector del diario página12 estoy acostumbrado a leer los incoherentes
artículos económicos de Alfredo Zaiat. El argumento siempre es el mismo, de
alguna forma el razonamiento siempre termina culpando de todos los males del
país a la concentración económica y la extranjerización. Claro que critica la
concentración siempre y cuando sea privada, porque si la concentración es
estatal está muy bien según el buen progre de Zaiat.
Tal vez cuando de criticar al oficialismo se trate, nadie expresó tan bien
una crítica como el filósofo oficialista Ricardo Forster. "Imbecilidad
estructural", dijo Forster al referirse al programa afín al gobierno 678 que
se emite por canal 7.
En esa "Imbecilidad estructural" conviven ideas obtusas,
conspiraciones, el rechazo de la causalidad (causa y efecto) y el enemigo
ficticio, aquél que es egoísta, el gorila, el oligarca. A esa estructura se le
suman ideas de economía que en realidad no tienen absolutamente nada que ver
con la economía, sino que esconden un fin perverso. Hacer de la palabra
"extranjero" una mala palabra en un país que fue creado por
extranjeros de todas las razas junto con nativos. Hacer de la industria un
orgullo de grandeza nacional, es otra de las ideas de falsa economía.
Ministros y funcionarios kirchneristas no se cansan de hablar sobre la
"extranjerización de la economía", la cual al parecer es un grave
problema heredado de la década de los '90 que afortunadamente ellos han venido
a reparar. En esta línea escribe Zaiat. El argumento es simple. En los '90 los
extranjeros compraron empresas argentinas y el dinero que ganaban aquí se lo
llevaban afuera del país en concepto de remisión de utilidades. La política de libre
comercio produjo una desindustrialización del país ya que la gente al comprar
un producto importado dejaba de comprar uno nacional, generando así desempleo
en la economía local. Esto se veía reflejado en el déficit comercial. Entonces
nos endeudábamos para mantener a las empresas extranjeras y que así podían
seguir contratando más empleados en sus países de origen. Este argumento se
podría resumir en una frase: "se venían a llevar la plata del
pueeeeblooo". Claro que ridiculizar no es la idea de este texto, pero esos
argumentos ridículos a veces tienen su raíz en cosas un poco más
sofisticadas, pero erróneas al fin.
Es increíble que gente que cree saber de economía haga este argumento, lo he
escuchado incluso de boca de estudiantes universitarios. Cada vez que lo
escucho no puedo evitar agarrarme la cabeza al mejor estilo facepalm. Ahora, ¿cómo
se tiene un déficit comercial? Una forma es pidiendo prestado y luego comprando
productos importados ¿No? Bueno, este cuentito pretende invertir este orden
lógico. Lo que pretende es que primero compramos productos importados, ¡y luego
pedimos prestado el dinero para pagarlos! Absolutamente ridículo, por el simple
hecho de que para comprar algo primero se necesita pedir prestado el dinero.
Ningún comerciante va a vendernos algo porque le prometamos que vamos a sacar
un préstamo mañana para pagarle. Por lo tanto, la deuda pública fue en todo
caso la que generó el déficit comercial. No al revés. O sea, el estado tomó
deuda pública para pagar jubilaciones, sueldos etc. y la gente la gastó en
bienes importados etc.
Lo que Zaiat y compañía no entienden, es que todo ese dinero que se llevan
los extranjeros del país equivale a demanda futura por nuestros bienes y
servicios. Ahora a esta altura hay algunos que dirían: "no cuando tenés
200 países para competir". El ejemplo que me gusta dar es, imaginen al
mundo como Argentina y el resto del mundo. O sea, hay solo 2 países, uno es
Argentina y el otro el resto del mundo. Si el resto del mundo le vende a
Argentina y gana dinero ¡lo hace para en el futuro volver y comprar productos
de Argentina! Ya que el objetivo de producir es obtener el poder adquisitivo para comprar productos. Es más, si solo hay 2 actores en un mercado, y uno se rehúsa a
comprarle al otro porque solo quiere venderle, va a llegar un momento en que el
comercio entre ambos va a parar ya que la velocidad de circulación del dinero
va a ser nula, uno por no tener más dinero y el otro por tener y no querer
usarlo. Eso es lo que pasa con la política proteccionista, hace más lenta la velocidad
de circulación del dinero en el mercado internacional, lo que nos perjudica ya
que implica que vamos a tener menor demanda por nuestros productos.
No, no hay ningún problema con la balanza de pagos. Como explica
Paul Krugman en su blog, la cuenta capital y la cuenta corriente de la
balanza de pagos tienen que sumar cero. Es un hecho ya que una inyección de
capital produce un déficit comercial mediante la apreciación del
tipo de cambio, el aumento del nivel de precios o algún otro cambio en la
economía real que afecta flujos comerciales. Si, el mismo Krugman que ganó el
premio Nobel de economía por "su análisis de los patrones comerciales y la
localización de la actividad económica" pincha el mito de la balanza de
pagos.
Como vemos, este argumento proteccionista de la "extranjerización"
de la economía se basa en la balanza de pagos. Pero como Paul Krugman explica,
la balanza de pagos se balancea sola. No se necesita a ningún gobierno
imponiendo barreras proteccionistas para evitar la
"extranjerización". Este argumento, está claro, nada tiene que ver
con la economía.
Personalmente, lo que más me molesta de este argumento anti-extranjerización
es que de alguna forma implica que algo tan trivial como el pasaporte del
presidente de la empresa a la cual le compramos la gasolina u otros de los
productos diarios nos hace alguna diferencia. Demolido el argumento de la
balanza de pagos, ¿cuál es la diferencia para un consumidor si el producto que
compra es de una empresa cuyo presidente tiene pasaporte nacional o extranjero?
¿Cual es la diferencia para un trabajador si el presidente de la empresa para
la que trabaja tiene pasaporte nacional o extranjero? No hay respuesta porque
no hay diferencia. Lo que yace debajo de este argumento anti-extranjerización
es un nacionalismo vacío de todo contenido, tan vacío de contenido que lo único
que importa es el pasaporte. ¿Puede usted contemplar que una política seria
gire en torno a un pedazo de papel?
Con respecto al tema de la desindustrialización, el hecho de que haya menos
trabajo en las fábricas hoy en día no quiere decir que debamos volver a métodos
de producción antiguos para dar más trabajo. Hoy en día la mayor parte de la
población en todo el mundo trabaja en los servicios, ya que la automatización
de los procesos industriales ha liberado mano de obra de la industria para
satisfacer otras necesidades. El hecho de que las industrias sean concentradas
es algo bueno ya que las economías de escala benefician a la población al
producir más barato. Pero que una empresa concentre un mercado no quiere decir
que deje de haber oportunidades redituables. Cuando una empresa ya no puede
mantenerse en el mercado por una innovación tecnológica, tal vez cambie de línea
de producción. Otro punto interesante, es que los trabajos en servicios son los
mejor pagos. Como dice el economista Donald J. Boudreaux, los padres no les
dicen a sus hijos "nene, cuando seas grande quiero que trabajes en una
fábrica de rulemanes"! Les dicen "quiero que seas médico, quiero que
sea abogado", o sea ¡profesiones que son consideradas como servicios! Lo
que quiere decir que el buen Zaiat en realidad quiere forzar a sus compatriotas
mediante políticas proteccionistas a trabajar en trabajos mal pagados para ver
satisfacer sus delirios de grandeza nacionalista.
Esta es la mentalidad que tiene el gobierno kirchnerista y sus aliados. La ley de
tierras es un intento más de llevar al país por el sendero equivocado, de
locuras nacionalistas vacías que nada tienen que ver con la economía. Desde mi
punto de vista, este nacionalismo bien puede ser considerado parte de la
"imbecilidad estructural" de la que habla Forster.
Si esto es el nacionalismo, si todo en la política debe girar en torno a un
pedazo de papel llamado pasaporte, a todos los nacionalistas les deseo una
pronta recuperación.
partidarios del estatismo... mejor dicho: ignorantes!
ResponderEliminar"Los avariciosos capitalistas consiguen dinero comerciando. Los buenos progres lo roban."
David Friedman