domingo, 15 de enero de 2012

La industrialización como objetivo

Las recientes medidas intervencionistas en Argentina muestran una clara intención por parte del gobierno nacional de defender el proteccionismo a toda costa. A las restricciones para la compra de dólares se le han sumado el control total de las importaciones. Esto quiere decir que los ciudadanos se ven perjudicados al querer comprar moneda extranjera o productos extranjeros, todo en nombre de defender la industria nacional.

Más interesante se torna el tema cuando nos enteramos que esa industria nacional que se pretende defender, poco tiene de nacional y los productos que fabrican suelen ser meros ensamblajes de partes importadas, como informa Carlos Pagni hoy en La Nación. Eso es exactamente lo que pasa con el polo de la industria electrónica de Tierra del Fuego, excusa por la que todos los Argentinos pagamos los electrónicos hasta el doble de su precio.

La explicación para estas medidas económicas son que el gobierno quiere mantener el superávit comercial, razón por la cual se obliga en muchos casos a las empresas a exportar mercadería por el mismo valor como condición para importar.

Más allá de este dilema ya resuelto por Milton Friedman hace más de 50 años, cuando propuso dejar flotar libremente la moneda como solución a los desequilibrios externos del país emisor, hay una desición gubernamental de mantener el tipo de cambio administrado con un creciente proteccionismo. Esta decisión se puede entender desde la posición ideológica del gobierno en torno al comercio. Cristina Kirchner ha alabado públicamente al economista Aldo Ferrer, en motivo de la asunción de Mercedes Marcó del Pont como presidenta del banco central, remarcando que ambos pertenecen a la misma corriente de pensamiento. Aldo Ferrer es el economista que propone "vivir con lo nuestro".

El creciente intervencionismo económico justificado en la defensa de la industria nacional muchas veces se entiende como lógico y hasta positivo por personas ajenas al gobierno, pero esto es algo que debe ser revisado. La industrialización fue el objetivo principal con el que nació la Unión Soviética, y la URSS logró una industrialización madura mientras que la gente sufría faltantes de productos de primera necesidad.

Pero la verdadera tragedia de esta historia de privaciones que vivimos los Argentinos en la actualidad (o parodia nacional y popular, como me gusta llamarla), es que se nos quiere forzar una industrialización en un mundo post-industrial, donde la industria ya no dá trabajo debido a la creciente automatización de los procesos industriales. No sólo la industria ya no dá la cantidad de trabajo que solía dar, sino que los trabajos en la industria son mal pagados. Los mejores trabajos están en el sector de servicios, donde se concentra la mayor parte del mercado de trabajo en esta sociedad post-industrial.

La solución pasa por cambiar el objetivo, el cual no debe ser la industrialización, sino el bienestar de la población en su conjunto abrazando la post-industrialización, dando lugar al mercado de capitales y al ajuste del sector industrial y de servicios de acuerdo a la demanda del mundo globalizado.

1 comentario:

  1. Che, no estamos más en la Guerra Fría, podés cortarla?, estás para el chaleco blanco, no se te podría interar?, un sujeto de tus características puede resultar muy peligroso para la sociedad.

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