sábado, 24 de septiembre de 2011

El ataque ideológico contra Roca

Ultimamente leemos en el diario que cambian el nombre de una avenida de 'Julio A. Roca' a 'Néstor Kirchner', o que quieren sacar un monumento a Roca y poner uno a Kirchner en su lugar. O el proyecto para sacar a Roca del billete de 100 pesos que probablemente sea aprobado en  poco tiempo.

Esta tendencia de borrar a Roca de la historia Argentina tiene su origen en un vicioso ataque ideológico por parte de autores revisionistas. Ayudado por un gobierno progresista de aires refundacionales, el progresismo intelectual ha instalado la idea de un Roca genocida. Esos cargos se sustentan en la famosa campaña del desierto llevada adelante por Roca.

Pero si nos vamos a poner a juzgar a las figuras históricas del país de esta forma, también habría que hacerlo con Rosas. Si de matar indios se trata, Rosas llevó adelante campañas de exterminio. O si de matar se trata, también habría que descolgar el cuadro del Che Guevara que puso este gobierno en el salón de patriotas latinoamericanos de la casa rosada.

Por lo tanto está claro que este vicioso ataque a la figura del histórico presidente Julio Argentino Roca esconde algo más que el hecho de condenar la matanza de indios. No quiero ser malinterpretado, no justifico de ninguna forma la matanza de indios. Lo que pretendo discernir es como es que hay algunos crímenes buenos que merecen reconocimiento (ej: el che Guevara) y por otro lado hay crímenes malos como en el caso de Roca. Como vemos, estamos ante un caso de doble estandar.

Para entender el ataque a Roca, es clave entender su presidencia. Roca logró consolidar la propiedad privada del territorio argentino junto con una política de libre comercio que produjo una mejora en el estándar de vida del país en su conjunto. Claro que se pudo haber hecho un reparto más equitativo de la tierra, pero el hecho de poner la tierra a un uso productivo mediante el sistema de propiedad privada fue un logro de Roca. Ya durante la presidencia de Roca (1880-1886, 1898-1904) Argentina tenía la misma riqueza que paises como Canadá, Australia y Nueva Zelanda y siguió aumentando a la par de esos paises por varias décadas. A continuación se vé un gráfico que compara el PBI real per cápita de Argentina y Canadá.

PBI real per cápita: Argentina y CanadáFuente

Ese fué el pecado de Roca, haber implementado un sistema económico exitoso que puso al país en el camino de la prosperidad económica a la par de otras naciones como Canada, Australia o Nueva Zelanda.

La decadencia Argentina viene por el abandono de esas políticas y la introducción de ideas socialistas como la justicia social. Las cifras hablan por si solas.

El propósito de este texto no es negar la matanza de indios de la campaña del desierto, sino repasar las ideas que el presidente Roca implementó, ideas hoy olvidadas en Argentina. Son esas ideas las que buscan atacar quienes llevan adelante el movimiento para borrar a Roca de la historia argentina.

lunes, 19 de septiembre de 2011

Zaiat en el país de las maravillas

Como lector del diario página12 estoy acostumbrado a leer los incoherentes artículos económicos de Alfredo Zaiat. El argumento siempre es el mismo, de alguna forma el razonamiento siempre termina culpando de todos los males del país a la concentración económica y la extranjerización. Claro que critica la concentración siempre y cuando sea privada, porque si la concentración es estatal está muy bien según el buen progre de Zaiat.

Tal vez cuando de criticar al oficialismo se trate, nadie expresó tan bien una crítica como el filósofo oficialista Ricardo Forster. "Imbecilidad estructural", dijo Forster al referirse al programa afín al gobierno 678 que se emite por canal 7.

En esa "Imbecilidad estructural" conviven ideas obtusas, conspiraciones, el rechazo de la causalidad (causa y efecto) y el enemigo ficticio, aquél que es egoísta, el gorila, el oligarca. A esa estructura se le suman ideas de economía que en realidad no tienen absolutamente nada que ver con la economía, sino que esconden un fin perverso. Hacer de la palabra "extranjero" una mala palabra en un país que fue creado por extranjeros de todas las razas junto con nativos. Hacer de la industria un orgullo de grandeza nacional, es otra de las ideas de falsa economía.

Ministros y funcionarios kirchneristas no se cansan de hablar sobre la "extranjerización de la economía", la cual al parecer es un grave problema heredado de la década de los '90 que afortunadamente ellos han venido a reparar. En esta línea escribe Zaiat. El argumento es simple. En los '90 los extranjeros compraron empresas argentinas y el dinero que ganaban aquí se lo llevaban afuera del país en concepto de remisión de utilidades. La política de libre comercio produjo una desindustrialización del país ya que la gente al comprar un producto importado dejaba de comprar uno nacional, generando así desempleo en la economía local. Esto se veía reflejado en el déficit comercial. Entonces nos endeudábamos para mantener a las empresas extranjeras y que así podían seguir contratando más empleados en sus países de origen. Este argumento se podría resumir en una frase: "se venían a llevar la plata del pueeeeblooo". Claro que ridiculizar no es la idea de este texto, pero esos argumentos ridículos a veces tienen su raíz en cosas un poco más sofisticadas, pero erróneas al fin.

Es increíble que gente que cree saber de economía haga este argumento, lo he escuchado incluso de boca de estudiantes universitarios. Cada vez que lo escucho no puedo evitar agarrarme la cabeza al mejor estilo facepalm. Ahora, ¿cómo se tiene un déficit comercial? Una forma es pidiendo prestado y luego comprando productos importados ¿No? Bueno, este cuentito pretende invertir este orden lógico. Lo que pretende es que primero compramos productos importados, ¡y luego pedimos prestado el dinero para pagarlos! Absolutamente ridículo, por el simple hecho de que para comprar algo primero se necesita pedir prestado el dinero. Ningún comerciante va a vendernos algo porque le prometamos que vamos a sacar un préstamo mañana para pagarle. Por lo tanto, la deuda pública fue en todo caso la que generó el déficit comercial. No al revés. O sea, el estado tomó deuda pública para pagar jubilaciones, sueldos etc. y la gente la gastó en bienes importados etc.

Lo que Zaiat y compañía no entienden, es que todo ese dinero que se llevan los extranjeros del país equivale a demanda futura por nuestros bienes y servicios. Ahora a esta altura hay algunos que dirían: "no cuando tenés 200 países para competir". El ejemplo que me gusta dar es, imaginen al mundo como Argentina y el resto del mundo. O sea, hay solo 2 países, uno es Argentina y el otro el resto del mundo. Si el resto del mundo le vende a Argentina y gana dinero ¡lo hace para en el futuro volver y comprar productos de Argentina! Ya que el objetivo de producir es obtener el poder adquisitivo para comprar productos. Es más, si solo hay 2 actores en un mercado, y uno se rehúsa a comprarle al otro porque solo quiere venderle, va a llegar un momento en que el comercio entre ambos va a parar ya que la velocidad de circulación del dinero va a ser nula, uno por no tener más dinero y el otro por tener y no querer usarlo. Eso es lo que pasa con la política proteccionista, hace más lenta la velocidad de circulación del dinero en el mercado internacional, lo que nos perjudica ya que implica que vamos a tener menor demanda por nuestros productos.

No, no hay ningún problema con la balanza de pagos. Como explica Paul Krugman en su blog, la cuenta capital y la cuenta corriente de la balanza de pagos tienen que sumar cero. Es un hecho ya que una inyección de capital produce un déficit comercial mediante la apreciación del tipo de cambio, el aumento del nivel de precios o algún otro cambio en la economía real que afecta flujos comerciales. Si, el mismo Krugman que ganó el premio Nobel de economía por "su análisis de los patrones comerciales y la localización de la actividad económica" pincha el mito de la balanza de pagos.

Como vemos, este argumento proteccionista de la "extranjerización" de la economía se basa en la balanza de pagos. Pero como Paul Krugman explica, la balanza de pagos se balancea sola. No se necesita a ningún gobierno imponiendo barreras proteccionistas para evitar la "extranjerización". Este argumento, está claro, nada tiene que ver con la economía.

Personalmente, lo que más me molesta de este argumento anti-extranjerización es que de alguna forma implica que algo tan trivial como el pasaporte del presidente de la empresa a la cual le compramos la gasolina u otros de los productos diarios nos hace alguna diferencia. Demolido el argumento de la balanza de pagos, ¿cuál es la diferencia para un consumidor si el producto que compra es de una empresa cuyo presidente tiene pasaporte nacional o extranjero? ¿Cual es la diferencia para un trabajador si el presidente de la empresa para la que trabaja tiene pasaporte nacional o extranjero? No hay respuesta porque no hay diferencia. Lo que yace debajo de este argumento anti-extranjerización es un nacionalismo vacío de todo contenido, tan vacío de contenido que lo único que importa es el pasaporte. ¿Puede usted contemplar que una política seria gire en torno a un pedazo de papel?

Con respecto al tema de la desindustrialización, el hecho de que haya menos trabajo en las fábricas hoy en día no quiere decir que debamos volver a métodos de producción antiguos para dar más trabajo. Hoy en día la mayor parte de la población en todo el mundo trabaja en los servicios, ya que la automatización de los procesos industriales ha liberado mano de obra de la industria para satisfacer otras necesidades. El hecho de que las industrias sean concentradas es algo bueno ya que las economías de escala benefician a la población al producir más barato. Pero que una empresa concentre un mercado no quiere decir que deje de haber oportunidades redituables. Cuando una empresa ya no puede mantenerse en el mercado por una innovación tecnológica, tal vez cambie de línea de producción. Otro punto interesante, es que los trabajos en servicios son los mejor pagos. Como dice el economista Donald J. Boudreaux, los padres no les dicen a sus hijos "nene, cuando seas grande quiero que trabajes en una fábrica de rulemanes"! Les dicen "quiero que seas médico, quiero que sea abogado", o sea ¡profesiones que son consideradas como servicios! Lo que quiere decir que el buen Zaiat en realidad quiere forzar a sus compatriotas mediante políticas proteccionistas a trabajar en trabajos mal pagados para ver satisfacer sus delirios de grandeza nacionalista.

Esta es la mentalidad que tiene el gobierno kirchnerista y sus aliados. La ley de tierras es un intento más de llevar al país por el sendero equivocado, de locuras nacionalistas vacías que nada tienen que ver con la economía. Desde mi punto de vista, este nacionalismo bien puede ser considerado parte de la "imbecilidad estructural" de la que habla Forster.

Si esto es el nacionalismo, si todo en la política debe girar en torno a un pedazo de papel llamado pasaporte, a todos los nacionalistas les deseo una pronta recuperación.

viernes, 16 de septiembre de 2011

Política

En la política hay que involucrarse, me dicen. Involucrarse ¿Entendió? Ok, creo que entiendo. Me voy a comprar esta bici y voy a recorrer mi barrio pregonando las bondades del capitalismo. Hey! ¿quien dijo que la política no funciona?

Elecciones presidenciales 2011

Las próximas elecciones presidenciales de octubre ya están definidas, luego de la avasallante victoria de Cristina en las primarias (sacó el 50% de los votos) no cabe esperar otro resultado diferente. Pero lo que si puede suceder es un reacomodamiento en la oposición. Tanto Eduardo Duhalde como Ricardo Alfonsín sacaron menos votos de los que esperaban (12% cada uno) y el casi desconocido candidato socialista Hermes Binner sacó pecho saliendo cuarto con un 10%.

Personalmente Binner me parece un mal candidato. Según Binner, la mayor diferencia que tiene con el gobierno kirchnerista es la minipulación de los indices del INDEC. Es casi shockeante leerlo ¿No será la inflación el problema más grave? Según Binner, no. No es tan importante la inflación, lo importante es dar veracidad a las estadísticas oficiales. La inflación que siga como está, primero hagamos estadísticas lindas.

Lenin decía que la parte más importante del estado es el departamento de estadística. No sé si Binner pertenece a la clase de socialistas trasnochados que buscan respuestas en Lenin o tal vez y mas allá de eso crea verdaderamente que las estadísticas oficiales son más importantes que las políticas mismas que si tienen capacidad de daño como la inflación que golpea en el poder adquisitivo de los más pobres, ya que al no tener acceso al mercado financiero o de bienes raices, los pobres no tienen otra alternativa que gastar su dinero al haber expectativas inflacionarias.

Duhalde fué el inventor del "modelo". Fue él quien puso las retenciones luego de la crisis del 2001. No estoy de acuerdo con la presidencia de Duhalde (2002-2003) asique no veo ninguna razón para votarlo.

Ricardo Alfonsín nunca me gustó. Es igual al padre solo que no tiene carisma e irrita al hablar. Y viendo lo que fué la presidencia de su padre Raúl, mejor paso. Personalmente, creo que Raúl Alfonsín fue el peor presidente de la historia Argentina. Hiperinflación, eso lo explica todo.

Pero leyendo la plataforma de Alberto Rodríguez Sáa (el candidato que sacó 8% en las primarias quedando quinto) encontré esto:

"El Estado le tiene que sacar las manos al campo, sobre todo en el comercio exterior. Debemos dar libertad en el comercio exterior. El Estado no tiene por qué meterse. Hay que bajar gradualmente las retenciones, hasta eliminarlas."

Hey! se parece mucho a lo que yo pienso. Claro que no concuerdo en todo lo que dice Rodríguez Sáa, como por ejemplo su propuesta de crear un ministerio de medio ambiente, pero el libre comercio creo que es una política que necesitamos urgentemente en este país. No se puede vivir pagando todo el doble de lo que cuesta en el exterior, ya sea ropa, electrónicos, autos etc.

En fin, está claro que Cristina ganará en Octubre y volverá a ser la presidenta de Argentina por 4 años más. Pero darle el rol de opositor principal a un socialista trasnochado es un riesgo institucional demasiado grande para el país dado el gobierno de aires totalitarios que se está gestando en el kirchnerismo. Rodriguez Sáa tiene propuestas reales, para mejorar la calidad de vida de todos. Tal vez pueda ser una gota de sentido común en la oposición que se viene.

viernes, 9 de septiembre de 2011

El Mito de los Kirchner

Acabo de leer un artículo en página12 llamado "El mito del viento de cola" que pretende desmerecer la influencia de factores exógenos como el precio de la soja en el crecimiento que tuvo la economía Argentina entre 2003 y 2010. El artículo hace una comparación de la economía Argentina con las economías de Chile y Perú, las cuales tienen dependencia con el cobre. El argumento es que el precio del cobre aumentó más que el de la soja y las economías de Chile y Perú crecieron menos que la de Argentina, por lo tanto el precio de la soja no explica el crecimiento de Argentina.

Ingenioso pero falaz. Primero, porque ni Chile ni Perú tuvieron la catastrófica crisis fiscal que tuvo Argentina en 2001, luego de la cual la economía argentina sufrió una devaluación de la moneda de casi 300%. Después de caer en un pozo semejante, no hay que ser un genio para prever un crecimiento más acelerado con respecto a otras economías que no tuvieron esa drástica caída.

El artículo se basa en un paper que aparentemente hace hincapié en el proteccionismo y la política de sustitución de importaciones como la responsable del crecimiento económico. No se mencionan los factores del desendeudamiento y el superávit fiscal sino recién al final del artículo cuando se menciona la importancia de sostener la "fortaleza fiscal".

Es justamente esa política, el desendeudamiento y el superávit fiscal, la que logró generar expectativas de crecimiento en Argentina. No el tipo de cambio ni el proteccionismo.

Pero para entender el superávit fiscal de Argentina, es necesario remitirse a las retenciones a las exportaciones, las cuales dependen de los factores exógenos que el artículo pretende desmerecer como el precio internacional de la soja, el cual obviamente, el gobierno de los Kirchner no controla.

Luego el artículo pierde los estribos al culpar a las políticas de libre comercio de la dictadura militar de 1976 y del gobierno de Menem en los '90 como las causantes de un freno en el crecimiento del PBI. Este argumento ya fue respondido por el ex ministro de economía Domingo Cavallo en un artículo en La Nación. El argumento es que el tipo de cambio alto de la década de los 90 perjudicó las exportaciones y por ese motivo la receta correcta fue devaluar en 2001 y poner barreras proteccionistas para así poder impulsar las exportaciones. El problema con este argumento, es que en los '90 la exportaciones de Argentina crecieron más rápido que las de los países limítrofes como Chile, Brasil etc. Por lo tanto, el argumento de que el libre comercio y el tipo de cambio alto perjudicaron a las exportaciones es falaz.

El problema no es el libre comercio, ni el tipo de cambio. El problema siempre fue, es y seguirá siendo el nivel de endeudamiento del país. Si el país está desendeudado (como actualmente lo está en comparación con los '90) las expectativas van a ser de crecimiento. Si el país está endeudado, las expectativas serán negativas por el simple hecho de que una mayor deuda actual implica mayores impuestos futuros.

Con respecto a la inversión, el artículo no hace referencia a los problemas que enfrenta el país, como que la inversión en energía fue negativa durante los años de Kirchner debido al híper-regulado sector petrolero. Además de las retenciones al petróleo y los controles de precios a los combustibles, que provocan la falta de inversión. Argentina hoy en día está viviendo de las inversiones energéticas realizadas durante la década de los '90. Claro que decir esto queda mal en el artículo de página12, siempre tan complaciente con el gobierno kirchnerista.

Por lo tanto, el artículo se equivoca en los factores determinantes del crecimiento argentino entre 2003 y 2010. El crecimiento no tiene nada que ver con el proteccionismo ni con el impulso a la demanda. El crecimiento se dió a pesar de esas políticas. Si fuera por eso Cuba o Corea del Norte estarían entre los países más ricos del mundo. Eso es simplemente mala economía. El crecimiento se debe a la solidez fiscal, apenas mencionada al final del artículo. La cual se explica por los factores exógenos como el precio de la soja que contribuyeron en estos años a acumular más de 50000 millones de dólares de reservas en el banco central.

Lamentablemente el kirchnerismo tiene hoy en día un ejército de militantes zombies y medios de comuncación adictos que propalan estas estafas intelectuales. Por lo tanto aquellos que no utilizamos el shampoo oficial tenemos el deber de exponer el relato kirchnerista por lo que realmente es: un mito.

jueves, 8 de septiembre de 2011

Clarín, Magnetto, Noble, Sociedad Rural y Compañía

Hay una involución del pensamiento en Argentina desde hace ya varios años. Desde los programas de la TV Pública como 678 y demás propaladoras de la propaganda oficial se repite incansablemente, día tras día, la tesis de que los problemas que enfrenta Argentina están exclusivamente relacionados con un pequeño y selecto grupo de ricos y poderosos que se oponen al sistema democrático y los medios de prensa que controlan (como el grupo Clarín) no son más que voceros de esos inmundos y egoístas (especialmente egoístas) intereses. Por lo tanto, este pequeño grupo de personas ricas y poderosas controlan la opinión pública mediante sus medios de comunicación y así logran torcer el debate político a su propia conveniencia e inclusive elegir los candidatos a presidente.

Cualquiera que lea los comentarios de los militantes kirchneristas en internet va a reconocer de inmediato este discurso que recitan casi de memoria. Hoy acabo de leer una nota en La Nación del ex secretario de cultura del gobierno nacional, José Nun. El argumento de Nun es que el problema no son los pobres, sino los ricos. O sea, el problema no es la pobreza que afecta a tantas personas en el país, sino que el problema es el egoísmo de un pequeño grupo de ricos que se benefician de un sistema tributario al que Nun considera regresivo. Entre las acusaciones que Nun hace a ese grupo de ricos (a los que no nombra), están la evasión de impuestos, ser partícipes necesarios de la corrupción, la fuga de capitales y la concentración de la industria en pocas manos, lo que lleva al ex secretario a señalar la condición de "formadores de precios".

Nun no es ningún tonto, inclusive él mismo admite en la nota que existen ricos en Argentina que han ganado su dinero honestamente generando empleo para el país. Si entendemos de donde viene la crítica de Nun, o sea desde el kirchnerismo intelectual, está más que claro quienes serían los ricos "buenos" y los ricos "malos" a los que se cree con derecho a juzgar. Está claro que en la lista de ricos "buenos" de Nun tendríamos a los ejemplares empresarios que han hecho fortuna bajo la sombra del kirchnerismo, como el magnate de los casinos y reciente empresario petrolero Cristóbal López, amigo de Néstor Kirchner desde sus épocas de Gobernador en Santa Cruz, o los Werthein, prósperos empresarios (ahora dueños del 40% de Telecom gracias a la mano de Néstor Kirchner). No nos olvidemos de la familia Eskenazi, banqueros de Santa Cruz, hoy en día controlan la petrolera más grande del país. Todos estos serían los grandes emprendedores del Kirchnerismo, los "buenos" ricos para Nun, que lograron hacer su fortuna gracias a trabajar honestamente, sin romper la ley y pagando sus impuestos. Hay un problema, esos sectores donde los empresarios K han descollado, son los sectores más regulados de la economía, donde nadie puede entrar sin la aprobación del gobierno nacional.

Siguiendo con el relato K, los empresarios "malos" de Nun serían La Sociedad Rural Argentina, el hiper-denostado Héctor Magnetto (a quién no hay día en el cual los medios de comunicación K no culpen de absolutamente todo), el Grupo Clarín, Hernestina Herrera de Noble etc. Todos ellos serían los oligarcas, o sea los ricos "malos" de Nun.

Más allá de la división entre buenos y malos de la cual Nun se cree con autoridad moral para juzgar, hay un razonamiento mucho más perverso en el fondo. El argumento, tanto de Nun como del relato K, es que todo sucede por la acción directa de un grupo de inmundos ricos y poderosos que controlan la sociedad bajo sus propios intereses inconfesables.

Este razonamiento es el razonamiento humano más primitivo. Nos remite a la época de las cavernas y cavernícolas. ¿Por qué? Porque simplemente implica negar que los hechos y sucesos que ocurren en la sociedad se dan por la lógica de acción y reacción. Los cavernícolas no comprendían que las acciones tienen reacciones, entonces cuando veían llover, inventaban el dios de la lluvia. Cuando veían un trueno, el dios del trueno. O cuando veían a otro cavernícola moviendo la boca desde lejos, y luego de un momento oían el eco llegar, tampoco podían entender eso, tenía que haber alguien físicamente haciendo el eco. Esta mentalidad inclusive se usa para negar el ataque a las torres gemelas en wall street, con el bizarro argumento de que fue un "inside job" del gobierno de Bush. O incluse es la mentalidad detrás de los que niegan el Holocausto Judío. Todo es culpa de un pequeño grupo de gente rica, inmunda y EGOISTA. El egoismo es el problema, y la justificación para todo.

De la misma forma, la inflación se genera por la concentración empresaria, no por la emisión monetaria del gobierno. A su vez la concentración empresaria se genera por el egoísmo de aquél inmundo y pequeño grupo de ricos que quieren poner los precios "a piacere" y así hacerles pagar al pueblo los impuestos que ellos deberían pagar. La concentración no se genera por el marco regulatorio que impone el gobierno ni los controles de precios que han llevado a la quiebra a muchas empresas del sector lácteo por ejemplo, dejando en el mercado a las empresas más grandes que sí pueden absorber los mayores costos por sus economías de escala. La corrupción, también es culpa del egoísmo de los ricos, no es una reacción al intervencionismo estatal en todos los sectores de la economía.

El conflicto con el campo del 2008, también fue pergeñado por el egoísmo de la Sociedad Rural, Magnetto, Noble y compañía, que intentaron desestabilizar al gobierno en aquél momento para imponer sus propios intereses por sobre los de la sociedad. Nada tiene que ver el aumento de retenciones draconiano que la gestión de Cristina Kirchner quiso imponer a los agricultores, todo fue planeado y realizado por aquél grupo de ricos "malos" que quisieron imponer sus intereses.

Ahora miren a su alrededor. ¿Realmente necesitamos al gobierno para que nos defienda del Sr. Magnetto? ¿Realmente necesitamos al gobierno para que nos defienda de la Sociedad Rural? Claro que no, lo que necesitamos es protegernos de megalomaníacos como Nun, que quieren controlar nuestras vidas, que noticas consumimos y cuanto dinero puede una persona en Argentina ganar. No necesitamos a Nun para que nos proteja de La Serenísma, sino que necesitamos protejernos de las regulaciones de su propio gobierno que destruyen la competencia y de las políticas monetarias de generan la inflación. Necesitamos que Nun y su gobierno dejen de controlar la economía para que los ciudadanos tengamos más libertad de elegir. No necesitamos que el gobierno nos venda el cuento de que fabricamos celulares en el país para justificar el proteccionismo que sufrimos todos los argentinos, por el cual todos los electrónicos valen el doble de lo que valen en Chile. Necesitamos tener libertad para elegir que comprar, si nacional o importado, tiene que ser una decisión nuestra no de Nun ni de su gobierno.

Ahora si seguimos con el razonamiento del egoísmo, ¿Quien puso a Perón? Como pudo haber sido que Perón haya gobernado Argentina por tanto tiempo. O mejor aún ¿Quien puso a Kirchner? Parecen errores demasiado grandes para la infalible elite de archi-ricos egoístas que controlan todo lo que sucede en el país. A nivel internacional esta tesis se torna mucho más ridícula, ¿Quien puso a Lenin en Rusia? ¿O A fidel en Cuba? ¿O a Mao en China? ¿O a Kim Jong Il en Corea del Norte? Parecen demasiados descuidos para el infalible egoísmo mundial.

No, el egoísmo no es el problema, tampoco lo son las corporaciones. El problema son los políticos como Nun, que quieren controlar nuestras vidas. Es preciso desenmascarar al pensamiento cavernícola por lo que realmente es, el cual nada tiene que ver con un supuesto librepensamiento, sino que tiene más que ver con el deseo de algunos políticos de controlar cada aspecto de nuestras vidas mediante el monopolio de la violencia.

Evitemos pensar como cavernícolas en el siglo XXI. Abracemos la racionalidad. Porque las acciones tienen reacciones.

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Inflación de autos

La presidenta Cristina Kirchner defendió las medidas proteccionistas de su gobierno para protejer al sector automotriz:

"Tenemos la obligación de hacerlo por los 40 millones de argentinos" dijo Cristina.

Lo que quiere decir que los autos van a seguir siendo más caros para los argentinos que si no sufriéramos las políticas proteccionistas. Inflación de autos, esa es la política oficial. Que todos paguemos más caro, lo que vale más barato. Impedirnos obtener el máximo beneficio por nuestro dinero. Pero eso sí, lo hacen por nosotros.

martes, 6 de septiembre de 2011

Plusvalía

Mucha gente cree que esta teoría es la prueba definitiva de que la explotación es un hecho fáctico del sistema capitalista. Más allá del debate sobre la explotación, la teoría de la Plusvalía es un adefecio que pertenece al tacho de la basura de las malas teorías.

No es mi intención demoler esta teoría paso por paso. Cosas así ya se han hecho hace mucho tiempo, como por ejemplo los tratados del economista austríaco Eugen von Böhm-Bawerk sobre Marx. Lo que pretendo es plantear dudas sobre esta teoría, mostrar cosas simples que no se pueden explicar si se toma a la Plusvalía como una teoría válida.

La gran falencia de esta teoría, desde mi punto de vista, es que no puede explicar las pérdidas empresariales. Ya que cuando las empresas tienen pérdidas, eso indicaría que la plusvalía es negativa (!). Hágame caso, pregúntele a sus profesores marxistas sobre este tema y se va a llevar una sorpresa. No saben. No pueden responder. La respuesta más sincera que obtuve sobre este tema de las pérdidas empresariales fue de un profesor de sociología que tuve: "Las empresas nunca pierden". Esa fue su respuesta, de una honestidad brutal. Es entendible que piense que las pérdidas no son importantes, ya que el profesor era sociólogo, no economista. Pero está claro que para la economía esta no es una respuesta satisfactoria.

Si entendemos como funciona el sistema capitalista, vemos que tanto las ganacias como las pérdidas son fundamentales. El riesgo empresarial es un componente inherente al capitalismo. Por lo tanto una teoría que suponga que la única opción es que las empresas ganen dinero de ninguna forma puede explicar el funcionamiento del capitalismo. Este es el caso de la teoría de la Plusvalía.

Ahora tomemos un ejemplo común, algo que suceda todos los días en el ambito económico. Mi ejemplo es una subasta. Esto sucede todos los días, en todos los mercados del mundo. Ahora, si el valor es objetivo como pretende la teoría de la plusvalía, o sea el valor está plasmado en la materia ¿Como se explica que cada persona en la subasta tenga en mente un precio diferente para el objeto en cuestión? ¿No será que el valor es subjetivo? ¿No será que cada persona valora de forma diferente al objeto en la subasta?

En este punto algunos marxistas responderían que Marx habló de valor de "uso" y valor de "cambio", buscando así una salida elegante. No tiene ninguna importancia ya que sigue siendo una forma de objetivizar el valor, la teoría subjetiva del valor no propone 2 clases de valor universales como Marx, sino tantas clases de valor como personas existan en el mundo.

Estas son las 2 cuestiones que desde mi punto de vista convierten a la Plusvalía en una mala teoría. Tanto la imposibilidad de explicar las pérdidas empresariales como explicar un ejemplo económico del día a día como una subasta.

Si nos fijamos en qué cosas se pueden explicar con la plusvalía, nos vamos a dar cuenta que es una teoría ad hoc. O sea, fue pensada para justificar otra teoría, la de la explotación. Por lo tanto es eso lo que puede explicar y nada más. Como cualquier teoría ad hoc, su poder explicativo no es general y se limita a aquello para lo que fue engendrada. Pero la teoría de la Plusvalía cae por sus propias inconsistencias. Es una teoría inútil en el mejor de los casos y no tiene nada que ver con la economía.

jueves, 1 de septiembre de 2011

El Buen Kirchner

 Néstor Kirchner fue tal vez el presidente que más poder ha acumulado en la historia Argentina. No por el tiempo que lo ejerció, ya que murió en 2010 luego de 7 años en el poder y tanto Perón como Menem ejercieron por más tiempo, sino por la dureza con que lo hizo. Su influencia en el gobierno de su esposa esta fuera de cuestionamiento. Era Néstor Kirchner el que manejaba la economía del país, no Cristina.

 Entender el legado de Kirchner es complejo, pero se lo puede definir como un líder que despierta fanáticas adhesiones tanto entre las personas comunes como entre los intelectuales y los artistas así como también el ciego rechazo de muchos. El objetivo de este texto es simplemente limitar la mirada al Kirchner economista.

 ¿Que podemos descubrir de Néstor Kirchner como economista? Bueno, para empezar era abogado. Pero claramente le interesaba la economía. Tal es así que sus ministros de economía eran meros títeres que cumplían órdenes sin ninguna autonomía.

 Néstor Kirchner era un intervencionista y creía en un rol activo del gobierno en la economía, lo que causaba un placer casi sexual en los círculos progresistas argentinos. ¡Por fin uno! Por ahí se le escuchó decir a un incomprendido. Una política de controles de precios con métodos policíacos, subsidios a la energía y al transporte, administración del tipo de cambio, proteccionismo y retenciones a las exportaciones son los aspectos más fuertes de la orgía de coerción estatal que impuso Kirchner en la economía Argentina. También se puede mencionar la política monetaria inflacionaria con la que se financia el gobierno hasta el día de hoy como un rasgo de la heterodoxia económica de Kirchner.

  También cabe mencionar las políticas de bienestar como el sistema de jubilaciones de reparto, la asignación universal por hijo, los planes trabajar etc. Inclusive en 2009 se le ocurrió al gobierno de su esposa lanzar un paquete de medidas de estímulo al mejor estilo keynesiano. Todas políticas abocadas al consumo interno.

 Hasta acá la mala economía, la cual rechazo por principios.

 El progresismo argentino se engolosinó tanto con Néstor Kirchner que a cualquiera que se le opusiera se lo tildaba de "derechista". Kirchner se había ganado la etiqueta de progresista, pero no solo eso, sino que en cierta medida Kirchner pasó a definir lo que era el progresismo y las posiciones que ese movimiento tomaba.

 Se le atribuyó a la gestión de Kirchner el crecimiento que tuvo el país durante estos años, luego de la crisis del 2001. Ahora estamos haciendo las cosas bien, no como en los 90, que las hicimos mal. Es el relato repetido hasta el hartazgo por los programas oficialistas de la tv pública y los medios oficialistas.

  Y en cierto sentido, tienen razón. En la década de los ‘90 Argentina se endeudó fuertemente y en el año 2001 llegaron los problemas para afrontar los pagos de deuda. Luego vino el default y la davaluación. En definitiva, fué una crisis fiscal. Se vivió durante un tiempo por ensima de las posibilidades, o sea, se gastó más de lo que se podía y al final nos dimos cuenta que el estado estaba quebrado.

  En contraposición al festival de déficit público de los ‘90, el gobierno de Kirchner fue superavitario. Luego de asumir lanzó un canje de deuda que limpió los bolsillos de los acreedores. Al parecer era muy riguroso con las cuentas y no le gustaba tener déficits fiscales. Lo cual es bueno. Tal es así que cuando el congreso aprobó la ley para aumentar las jubilaciones en 2010, Kirchner decidió vetarla. Sabio administrador, entendió que el aumento no era sustentable en el largo plazo. De repente todo el progresismo argentino estaba defendiendo al buen Kirchner de la trampa desestabilizadora que le había tendido el congreso opositor. Si, ¡El progresismo defendiendo el veto a un aumento de jubilaciones! Kirchner lo hizo.

 Es importante entender el legado de fiscalidad de Néstor Kirchner. No se gasta más de lo que hay. Fue esa política, nada progresista por cierto, la que desendeudó a Argentina y ese desendeudamiento es el que hoy en día permite un clima de buenas expectativas a futuro. El buen Kirchner desendeudó a Argentina, lo demás es mala economía.