viernes, 30 de noviembre de 2012

Ley de Medios: El Gobierno Escogiendo Ganadores y Perdedores

Ayer mirando Código Político por TN me econtré con una mesa de discusión sobre la ley de medios y el 7D, compuesta por el Dr. Martín Becerra (especialista en comunicación y uno de los ideólogos de la ley de medios), y los diputados Oscar Aguad (UCR) y Victoria donda (FAP).

Si bien todos tenían posturas mas o menos críticas de la aplicación de la ley, el argumento principal de Becerra en defensa de la ley es que según él la misma incorpora derechos a grupos que antes estaban marginados de la comunicación.

El constante ataque del gobierno nacional a la justicia y al grupo Clarín por la aplicación de la claúsula de desinversión de la ley de medios que está frenada en la justicia, contrasta con la compra de radios y canales por parte de empresarios amigos del gobierno como Cristóbal López y las recientes declaraciones de Sabbatella, el funcionario nacional encargado de la aplicación de la ley de medios, sobre que Telefónica no tiene medios en Argentina. Claramente, lo que ha cambiado con la ley no tiene que ver con la ampliación de derechos para grupos marginados, sino que tiene que ver con la habilidad del gobierno de elegir ganadores y perdedores. Así el Kirchnerismo tiene el poder para desguazar al grupo Clarín y mientras tanto permitir que empresarios amigos compren medios.

Según Donda esto sucede porque el gobierno no respeta la ley. Pero esa inocencia por parte del FAP para desligarse de la resposabilidad de haber votado favorablemente casi todas las leyes al kirchnerismo ya no es creible. Cada vez que escucho a un legislador del FAP decir que "el gobierno tiene que respetar la ley", me suena a cinismo. Si realmente creen que el gobierno no respeta la ley ¿Por qué les votan todas las leyes? Especialmente leyes como la ley de medios, que le dan total discreción al gobierno nacional para escoger ganadores y perdedores y luego, cuando ven que el gobierno hace lo que quiere con el poder que le concedieron se exculpan diciendo "no votamos la ley para esto". Cinismo puro, ni más ni menos.

La realidad es que la idea de que el estado nos tenga que proveer un medio de comunicación a todos es una idea que no tiene nada que con la libertad de expresión, por el simple motivo de que la libertad de expresión no puede ser contrapuesta con la libertad de empresa. No se puede separar la libertad de expresión de la libertad de empresa, después de todo la libertad es una sola. Es como si a usted le dieran un medio de comunicación y le dijeran que no puede llegar a más del 35% de la población porque la ley lo prohibe ¡No vaya a ser cosa que difunda contenidos subversivos a toda la población! Claramente es un límite para la libertad de expresión.

Hoy La Iglesia emitió un documento muy interesante, en el mismo afirma:

"A casi treinta años de la democracia, los argentinos corremos el peligro de dividirnos nuevamente en bandos irreconciliables. Se extiende el temor a que se acentúen estas divisiones y se ejerzan presiones que inhiban la libre expresión y la participación de todos en la vida cívica."

Las presiones que inhiben la libertad de expresión que menciona La Iglesia se ven todos los días por parte del gobierno nacional. Todo indica esas presiones van a aumentar. Es el momento más difícil para la libertad de expresión en Argentina en mucho tiempo, y los responsables van a tener que hacerse cargo. Ya no sirve decir "yo no voté la ley para esto". El daño ya está hecho.

viernes, 16 de noviembre de 2012

El Odio Kirchnerista

Chau teoría de los dos demonios. Chau prólogo del Nunca Más. 

Ahora que tenemos la teoría de un solo demonio en las aulas no me sorporendió leer la noticia de que un canal del gobierno está transmitiendo un documental montonero donde Firmenich explica sus ideas. Instalada la teoría de un solo demonio, todo el peso del conflicto de la década de 1970 recae sobre un sector que está siendo juzgado por la justicia. Pero el hecho de que todo el peso recaiga sobre un sector, que haya un solo demonio, termina en la idolatría a un grupo terrorista como montoneros. Ya expresé mi opinión con respecto al tema. No hay ninguna esperanza para que esta teoria genere una reconciliación nacional. No puede haber paz cuando el terrorismo se pasea campante por los canales de televisión estatales.

A esta altura cabe preguntarse ¿De donde viene el odio? Según el oficialismo el odio viene de grupos concentrados de la economía y de gente que se opone a los procesos judiciales por crímenes de lesa humanidad durante la última dictadura. Me atrevo a disentir, no creo que esos sectores puedan tener relevancia a nivel nacional. Me inclino a pensar que el odio viene de un gobierno que pone al terrorimo como un ejemplo.

Tal vez no se entienda mi punto, tal vez no esté siendo claro. No tengo problema en que cualquier fulano piense como le parezca. El problema es cuando se utiliza al estado para defender una posición extrema de un conflicto complejo como lo fue el que derivó en la dictadura militar de 1976.

Simplificar las cosas reduciendo todo a un solo demonio que es el culpable de todos los males de la patria, simplemente parece demasiado maniqueo. Demasiado simple y obtuso como para ser la solución a un tema tan complejo.

Creo que es hora de replantearse de donde viene el odio en Argentina. 
¿De un sector irrelevante, enjuiciado y liquidado o de un gobierno que le gusta señalar con el dedo a los culpables, mientras cubre con un manto de gloria a los terroristas de aquél conflicto? A mi no me queda ninguna duda.

viernes, 9 de noviembre de 2012

La Crisis de Representación en Argentina

Luego de la manifestación del 8 de Noviembre, llegó la respuesta oficial. La presidenta dijo:

"el verdadero problema es la falta de una dirigencia política que represente un modelo alternativo"

"De eso no podemos hacernos cargo. Nosotros creemos en el nuestro. Que se encarguen los que no creen en el nuestro en hacer el suyo"

Es cierto que falta una diregencia política que ofrezca un modelo alternativo, pero ahí no termina la historia. Apenas empieza. Habría que preguntarse ¿Por qué no hay una alternativa al gobierno en la oposición? ¿Por qué la gente que se opone al actual gobierno está huérfana de representación?

Esta falta de representación de la oposición se explica en gran medida por la concentración de recursos en el gobierno nacional. Las retenciones son impuestos no coparticipables, por lo que el gobierno maneja esa caja a discreción además de abusar del financiamiento por emisión monetaria. A falta de una ley que reglamente la coparticipación (como ordena la Constitución Nacional) el gobierno ha favorecido a Gobiernos leales. Esto ha perjudicado el federalismo, a tal punto que las provincias son totalmente dependientes del gobierno nacional para solventar sus cuentas.

Se pueden poner como ejemplos a los gobernadores Colombi (Corrientes) y Buzzi (Chubut). Ambos llegaron al gobierno de sus provincias de la mano de partidos anti-kirchneristas como la UCR en el caso de Colombi y con el apoyo del ex-gobernador Mario Das Neves en el caso de Buzzi. Luego de ganar las elecciones sucedió lo que los Argentinos estamos acostumbrados desde hace una década: Ambos gobernadores se aliaron con el gobierno nacional y rechazaron sus alianzas electorales. Una cosa está clara: en Argentina el federalismo está muerto.

Cualquier opositor en Argentina está acostumbrado a escuchar el argumento oficial de "Armen un partido político y ganen las elecciones". El problema con este Argumento es que es pura retórica, lo que el gobierno nacional hace es todo lo opuesto. Por un lado incita a los opositores a armar nuevos partidos políticos y por el otro compra voluntades mediante un reparto absolutamente discrecional de los fondos no coparticipables, fondos que se niega a reglamentar como lo manda la Constitución Nacional.

El 8N ya pasó, ahora se viene el 7D

El hecho de que los opositores no tengan medios de comunicación de alcance nacional para expresarse, como propone la ley de medios, dificulta aún más la aparición de alternativas opositoras a nivel nacional. Esta concentración de recursos y próximamente concentración mediática en el gobierno nacional es una barrera inexpugnable para los sectores de la sociedad que no se sienten representados por el gobierno nacional.

Esta parece ser la receta del populismo. Concentrar todos los recursos en el estado nacional, reformar las constituciones nacionales para permitir la reelección indifinida y luego acusar a los opositores de no lograr generar una alternativa ocultando que desde el estado nacional se parte con una gigantesca ventaja.

Aún así, no estoy argumentando que la oposición hizo todo bien. Para nada, hay mucho para criticar en la oposición. Por ejemplo, los partidos de oposición luchan por estar a la izquierda del gobierno. Esto es algo que no tiene mucho sentido si se quiere ofrecer un cambio. Los gobiernos populistas suelen monopolizar la etiqueta de "la izquierda" y querer presentarse como "la verdadera izquierda" termina jugandole a favor al populismo. No funciona. Es lo mismo que intentó hacer Capriles en Venezuela y fracasó. En vez de presentarse como un defensor de la libertad económica y financiera (algo que Venezuela no tiene), decidió mostrarse como una continuación de Chavez. Quiso ponerse a la izquierda del populismo, o como decimos "quiso ser mas papista que el papa". Esa estrategia contra el populismo, no funciona. Aún así, la derrota de Capriles también se debió a las desventajas institucionalizadas desde el poder central como explicamos en el párrafo anterior. Pero no debemos conformarnos con esa explicación, la oposición tiene la obligación de proponer un modelo diferente. Intentar ganarle al populismo en su propia cancha es algo que no parece posible.

Buena parte de la oposición Argentina sufre del mismo problema que Capriles. Intentan ponerse a la izquierda del Kirchnerismo y acusar al gobierno de ser la derecha. Tal vez la única excepción a esta regla sea el PRO de Mauricio Macri (del cual toda la oposición intenta despegarse como si fuera el diablo). El socialismo es un caso perdido. La UCR, más allá de que mucha gente piense que representa a una derecha centrista, sigue siendo el partido de Raúl Alfonsín y han dado sobradas muestras de que quieren ser más progresistas que el Kirchnerismo. No creo que la UCR sea un caso perdido, si creo que necesita un cambio en la conducción si realmente prentenden ser una alternativa opositora. El PRO se encuentra en una de las mejores posiciones en las que podría estar, ya que toda la oposición quiere estar a la izquierda del Kirchnerismo dejandole el monipolio de la derecha al PRO. Un monopolio regalado. No es poca cosa. Hay que ver si saben aprovecharlo.

Por suerte la constitución no permite la reelección indefinida, y hay que reconocer que la oposición ha tomado la iniciativa con respecto a la reforma de la Constitución. El freno a la re-reelección es la esperanza que nos queda, pero falta mucho por hacer para fortalecer las instituciones y el federalismo.