viernes, 16 de noviembre de 2012

El Odio Kirchnerista

Chau teoría de los dos demonios. Chau prólogo del Nunca Más. 

Ahora que tenemos la teoría de un solo demonio en las aulas no me sorporendió leer la noticia de que un canal del gobierno está transmitiendo un documental montonero donde Firmenich explica sus ideas. Instalada la teoría de un solo demonio, todo el peso del conflicto de la década de 1970 recae sobre un sector que está siendo juzgado por la justicia. Pero el hecho de que todo el peso recaiga sobre un sector, que haya un solo demonio, termina en la idolatría a un grupo terrorista como montoneros. Ya expresé mi opinión con respecto al tema. No hay ninguna esperanza para que esta teoria genere una reconciliación nacional. No puede haber paz cuando el terrorismo se pasea campante por los canales de televisión estatales.

A esta altura cabe preguntarse ¿De donde viene el odio? Según el oficialismo el odio viene de grupos concentrados de la economía y de gente que se opone a los procesos judiciales por crímenes de lesa humanidad durante la última dictadura. Me atrevo a disentir, no creo que esos sectores puedan tener relevancia a nivel nacional. Me inclino a pensar que el odio viene de un gobierno que pone al terrorimo como un ejemplo.

Tal vez no se entienda mi punto, tal vez no esté siendo claro. No tengo problema en que cualquier fulano piense como le parezca. El problema es cuando se utiliza al estado para defender una posición extrema de un conflicto complejo como lo fue el que derivó en la dictadura militar de 1976.

Simplificar las cosas reduciendo todo a un solo demonio que es el culpable de todos los males de la patria, simplemente parece demasiado maniqueo. Demasiado simple y obtuso como para ser la solución a un tema tan complejo.

Creo que es hora de replantearse de donde viene el odio en Argentina. 
¿De un sector irrelevante, enjuiciado y liquidado o de un gobierno que le gusta señalar con el dedo a los culpables, mientras cubre con un manto de gloria a los terroristas de aquél conflicto? A mi no me queda ninguna duda.

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