jueves, 8 de septiembre de 2011

Clarín, Magnetto, Noble, Sociedad Rural y Compañía

Hay una involución del pensamiento en Argentina desde hace ya varios años. Desde los programas de la TV Pública como 678 y demás propaladoras de la propaganda oficial se repite incansablemente, día tras día, la tesis de que los problemas que enfrenta Argentina están exclusivamente relacionados con un pequeño y selecto grupo de ricos y poderosos que se oponen al sistema democrático y los medios de prensa que controlan (como el grupo Clarín) no son más que voceros de esos inmundos y egoístas (especialmente egoístas) intereses. Por lo tanto, este pequeño grupo de personas ricas y poderosas controlan la opinión pública mediante sus medios de comunicación y así logran torcer el debate político a su propia conveniencia e inclusive elegir los candidatos a presidente.

Cualquiera que lea los comentarios de los militantes kirchneristas en internet va a reconocer de inmediato este discurso que recitan casi de memoria. Hoy acabo de leer una nota en La Nación del ex secretario de cultura del gobierno nacional, José Nun. El argumento de Nun es que el problema no son los pobres, sino los ricos. O sea, el problema no es la pobreza que afecta a tantas personas en el país, sino que el problema es el egoísmo de un pequeño grupo de ricos que se benefician de un sistema tributario al que Nun considera regresivo. Entre las acusaciones que Nun hace a ese grupo de ricos (a los que no nombra), están la evasión de impuestos, ser partícipes necesarios de la corrupción, la fuga de capitales y la concentración de la industria en pocas manos, lo que lleva al ex secretario a señalar la condición de "formadores de precios".

Nun no es ningún tonto, inclusive él mismo admite en la nota que existen ricos en Argentina que han ganado su dinero honestamente generando empleo para el país. Si entendemos de donde viene la crítica de Nun, o sea desde el kirchnerismo intelectual, está más que claro quienes serían los ricos "buenos" y los ricos "malos" a los que se cree con derecho a juzgar. Está claro que en la lista de ricos "buenos" de Nun tendríamos a los ejemplares empresarios que han hecho fortuna bajo la sombra del kirchnerismo, como el magnate de los casinos y reciente empresario petrolero Cristóbal López, amigo de Néstor Kirchner desde sus épocas de Gobernador en Santa Cruz, o los Werthein, prósperos empresarios (ahora dueños del 40% de Telecom gracias a la mano de Néstor Kirchner). No nos olvidemos de la familia Eskenazi, banqueros de Santa Cruz, hoy en día controlan la petrolera más grande del país. Todos estos serían los grandes emprendedores del Kirchnerismo, los "buenos" ricos para Nun, que lograron hacer su fortuna gracias a trabajar honestamente, sin romper la ley y pagando sus impuestos. Hay un problema, esos sectores donde los empresarios K han descollado, son los sectores más regulados de la economía, donde nadie puede entrar sin la aprobación del gobierno nacional.

Siguiendo con el relato K, los empresarios "malos" de Nun serían La Sociedad Rural Argentina, el hiper-denostado Héctor Magnetto (a quién no hay día en el cual los medios de comunicación K no culpen de absolutamente todo), el Grupo Clarín, Hernestina Herrera de Noble etc. Todos ellos serían los oligarcas, o sea los ricos "malos" de Nun.

Más allá de la división entre buenos y malos de la cual Nun se cree con autoridad moral para juzgar, hay un razonamiento mucho más perverso en el fondo. El argumento, tanto de Nun como del relato K, es que todo sucede por la acción directa de un grupo de inmundos ricos y poderosos que controlan la sociedad bajo sus propios intereses inconfesables.

Este razonamiento es el razonamiento humano más primitivo. Nos remite a la época de las cavernas y cavernícolas. ¿Por qué? Porque simplemente implica negar que los hechos y sucesos que ocurren en la sociedad se dan por la lógica de acción y reacción. Los cavernícolas no comprendían que las acciones tienen reacciones, entonces cuando veían llover, inventaban el dios de la lluvia. Cuando veían un trueno, el dios del trueno. O cuando veían a otro cavernícola moviendo la boca desde lejos, y luego de un momento oían el eco llegar, tampoco podían entender eso, tenía que haber alguien físicamente haciendo el eco. Esta mentalidad inclusive se usa para negar el ataque a las torres gemelas en wall street, con el bizarro argumento de que fue un "inside job" del gobierno de Bush. O incluse es la mentalidad detrás de los que niegan el Holocausto Judío. Todo es culpa de un pequeño grupo de gente rica, inmunda y EGOISTA. El egoismo es el problema, y la justificación para todo.

De la misma forma, la inflación se genera por la concentración empresaria, no por la emisión monetaria del gobierno. A su vez la concentración empresaria se genera por el egoísmo de aquél inmundo y pequeño grupo de ricos que quieren poner los precios "a piacere" y así hacerles pagar al pueblo los impuestos que ellos deberían pagar. La concentración no se genera por el marco regulatorio que impone el gobierno ni los controles de precios que han llevado a la quiebra a muchas empresas del sector lácteo por ejemplo, dejando en el mercado a las empresas más grandes que sí pueden absorber los mayores costos por sus economías de escala. La corrupción, también es culpa del egoísmo de los ricos, no es una reacción al intervencionismo estatal en todos los sectores de la economía.

El conflicto con el campo del 2008, también fue pergeñado por el egoísmo de la Sociedad Rural, Magnetto, Noble y compañía, que intentaron desestabilizar al gobierno en aquél momento para imponer sus propios intereses por sobre los de la sociedad. Nada tiene que ver el aumento de retenciones draconiano que la gestión de Cristina Kirchner quiso imponer a los agricultores, todo fue planeado y realizado por aquél grupo de ricos "malos" que quisieron imponer sus intereses.

Ahora miren a su alrededor. ¿Realmente necesitamos al gobierno para que nos defienda del Sr. Magnetto? ¿Realmente necesitamos al gobierno para que nos defienda de la Sociedad Rural? Claro que no, lo que necesitamos es protegernos de megalomaníacos como Nun, que quieren controlar nuestras vidas, que noticas consumimos y cuanto dinero puede una persona en Argentina ganar. No necesitamos a Nun para que nos proteja de La Serenísma, sino que necesitamos protejernos de las regulaciones de su propio gobierno que destruyen la competencia y de las políticas monetarias de generan la inflación. Necesitamos que Nun y su gobierno dejen de controlar la economía para que los ciudadanos tengamos más libertad de elegir. No necesitamos que el gobierno nos venda el cuento de que fabricamos celulares en el país para justificar el proteccionismo que sufrimos todos los argentinos, por el cual todos los electrónicos valen el doble de lo que valen en Chile. Necesitamos tener libertad para elegir que comprar, si nacional o importado, tiene que ser una decisión nuestra no de Nun ni de su gobierno.

Ahora si seguimos con el razonamiento del egoísmo, ¿Quien puso a Perón? Como pudo haber sido que Perón haya gobernado Argentina por tanto tiempo. O mejor aún ¿Quien puso a Kirchner? Parecen errores demasiado grandes para la infalible elite de archi-ricos egoístas que controlan todo lo que sucede en el país. A nivel internacional esta tesis se torna mucho más ridícula, ¿Quien puso a Lenin en Rusia? ¿O A fidel en Cuba? ¿O a Mao en China? ¿O a Kim Jong Il en Corea del Norte? Parecen demasiados descuidos para el infalible egoísmo mundial.

No, el egoísmo no es el problema, tampoco lo son las corporaciones. El problema son los políticos como Nun, que quieren controlar nuestras vidas. Es preciso desenmascarar al pensamiento cavernícola por lo que realmente es, el cual nada tiene que ver con un supuesto librepensamiento, sino que tiene más que ver con el deseo de algunos políticos de controlar cada aspecto de nuestras vidas mediante el monopolio de la violencia.

Evitemos pensar como cavernícolas en el siglo XXI. Abracemos la racionalidad. Porque las acciones tienen reacciones.

1 comentario: