lunes, 5 de marzo de 2012

Viva la importación!

En sus más de 3 horas de discurso con motivo de la apertura de las sesiones ordinarias del congreso, Cristina Kirchner defendió enérgicamente los controles a las importaciones. El argumento fue por un lado que las importaciones argentinas han aumentado, y por el otro la defensa de la industria nacional.

Lo que sucede es que las industrias protegidas por el gobierno se abastecen de insumos importados, por lo tanto la protección genera un aumento de las importaciones. Justamente lo que se quiere evitar con la política se sustitución de importaciones.

Ya he dado mi opinión al respecto de la política proteccionista del gobierno. La industrialización no puede ser el objetivo en la era post-industrial que vivimos. Solo pretendo agregar un par de datos a esta locura proteccionista. Tal vez hacer preguntas que molestan o hagan pensar.

La defensa más elaborada de la industria nacional que he leído fué en una reciente nota del economista Juan Llach en La Nación. Dice Llach:

"soy de los que creen que no es indiferente tener industria o no tenerla, por su mayor capacidad exportadora, por su mayor demanda de profesionales y técnicos, especialmente en ciencias duras y tecnologías, tan necesarios en toda América latina, y por su aporte al empleo que, aun limitado, es imposible reemplazar."

Cabe destacar que el mismo Llach reconoce que el aporte de la industria al empleo es limitado, tema absolutamente exagerado desde el gobierno nacional.

Llach hace una defensa de la industria nacional desde el punto de vista del capital humano que supuestamente se requiere por el hecho de tener fábricas. Pero si miramos a las adquisiciones entre grandes empresas en el mundo actual vemos que Google, una empresa de software que no fabrica nada, acaba de comprar a Motorola, una empresa líder fabricante de teléfonos celulares. Si la lógica de Llach fuera correcta, el recurso humano de una empresa como Motorola que cuenta con ingenieros especializados en antenas y demás cosas debería primar por sobre la simpleza de una empresa que produce software en oficinas.

Otro caso reciente es el de Oracle, empresa de software especializada en base de datos, que compró a Sun Microsystems uno de los principales fabricantes de servers para empresas. De vuelta los no-fabricantes compran a los que tienen fábricas. Si la industria fuera tan importante, las empresas manufactureras serían las que comprarían a las no-manufactureras, sin embargo vemos que sucede exactamente lo contrario. Vean el caso de Nokia, el fabricante celulares, que está tambaleando porque no ha podido desarrollar un software que atraiga a los consumidores. Sin embargo la empresa tiene fábricas e ingenieros expertos en antenas, entonces ¿Por que no compraron una empresa de software para poder competir con Apple Inc. o Android? Si la industria fuese tan importante e irremplazable, entonces deberían haber podido comprar un desarrollador de software desde su posición de fortaleza.

El caso de Apple Inc. es más que interesante. Apple es hoy la empresa más valiosa del mundo. Pero Apple no tiene fábricas. Si, la empresa más valiosa del mundo no fabrica nada. Lo que sucede es que Apple terceriza su producción a fabricantes asiáticos de bajos costos como Foxconn. Si la industria fuera tan importante ¿No debería la empresa más valiosa del mundo fabricar "algo"?

Otro dato interesante es el caso de mercadolibre, la puntocom más importante de Argentina que dá trabajo a más de 50000 personas. No sé cuantas fábricas se necesitarían para generar la misma cantidad de trabajo que mercadolibre, pero me animo a decir que muchas.

Nada indica que la industria manufacturera tenga la importancia ni el carácter imposible de reemplazar del que habla Llach. Todo lo contrario, la industria pierde poder frente a empresas sin fábricas con modelos de negocios más dinámicos. La post-industrialización llegó para quedarse.

1 comentario:

  1. Ludwig von Mises: "Interventionism begets economic nationalism. It thus kindles the antagonism resulting in war. An abandonment of economic nationalism is not feasible if nations cling to interference with business. Free trade in international relations requires domestic free trade." - Omnipotent Governmen

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